En una planta de energía solar de concentración (CSP), la energía térmica del sol se concentra mediante espejos. Para transferir la energía al generador de vapor se utiliza un fluido de transferencia térmica, ya sea aceite, sal fundida o sodio líquido. El generador de vapor forma parte de un ciclo convencional de vapor de agua que genera electricidad mediante una turbina de vapor y un generador eléctrico. Además de la producción continua de electricidad, la energía térmica se almacena parcialmente en tanques de almacenamiento de calor mediante sales fundidas, para permitir la producción de electricidad durante la noche. Tras la puesta de sol, el calor almacenado puede utilizarse para continuar la producción durante unas 8 horas o más. El aceite de transferencia térmica se suele utilizar para temperaturas de proceso de hasta 400 °C, mientras que la sal fundida se suele utilizar hasta 550 °C.

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